martes, 13 de noviembre de 2007

Llega a España gran parte del último robo de la Biblioteca Nacional

César Gómez Rivero, confesado autor de los últimos robos conocidos de la Biblioteca Nacional en Madrid, no era un desconocido en el mundo de los hurtos de libros antiguos. Este uruguayo de 60 años, nacionalizado español, y residente desde hace tres décadas en Buenos Aires, ya aparecía con antecedentes policiales en Paraguay y Uruguay por el hurto de libros.

Gómez Rivero había visitado la Biblioteca Nacional en doce ocasiones entre los años 2004 y 2007 y fue él quien se llevó los dos mapamundis incunables de Ptolomeo junto a una decena de grabados. Hace menos de un mes entregó ocho de ellos a la Justicia argentina, a través de su abogado, entre los que figuraban los mapamundis del siglo XV titulados Genérale Ptholomei, Reconocimiento Estrecho de Magallanes, Teperata Antipodum Nobis Incognita, Libri Cosmo Fol. XXXII. Media Nox, un mapa de la obra Cosmografía, así como una serie de escenas de cacería.

El día 12 de noviembre la Biblioteca Nacional exhibió las páginas sustraídas y devueltas por Gómez Rivero, junto a uno de los dos mapas sustraídos del incunable Cosmografía de Ptolomeo, de 1482, localizado por el FBI en Nueva York.


Faltaría por traer a España el otro mapa sustraído del mismo incunable y hallado en un anticuario de Sydney, y que está a buen recaudo en la Biblioteca Nacional de Camberra (Australia). Además aún permanecen sin localizar otras cinco hojas: la primera hoja ilustrada con un mapamundi plegado; una hoja de Etymoligiae; la hoja 32 de una de las obras recuperadas en Buenos Aires, y dos hojas de texto del Arte de ballestería y montería de Alonso Martínez Espinar.

La Biblioteca Nacional cerrará sus puertas la tercera semana de enero para realizar un inventario, que a partir de ahora será anual, tal y como hacen la mayoría de las grandes bibliotecas europeas. Mercedes del Corral, nueva directora de la Biblioteca Nacional tras la dimisión de Rosa Regás, no descarta sorpresas, ya que desde 1988 los fondos no se someten a un inventario.

Por otro lado, gracias a la imputación a Gómez Rivero, la policía paraguaya ha podido detectar la sustracción de siete páginas dobles de un libro fechado en 1595 depositado en el Archivo Nacional de Paraguay.

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